El caso del asesinato de Rudy Francisco Baches Ordóñez toma un giro inesperado: el principal sospechoso de la muerte fue encontrado sin vida en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, apenas un día después de que la madre, Emily Alejandra Ordóñez, declarara ante un juez.
Fue durante la noche del jueves 13 de junio, cuando vecinos del asentamiento Getsemaní, alertaron a autoridades de la localización de un cadáver.
El cuerpo encontrado tenía impactos de arma de fuego y en el torso, presentaba los tatuajes característicos de Jairo Noé Chocón Teque, supuesto integrante de la Mara Salvatrucha.

Efectivamente era él, quien, según declaraciones de la madre de “Paquito”, los violentaba constantemente. El lunes 10 de junio fue el día en que este hombre golpeó al menor de cuatro años hasta que quedó inerte.
Según el informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, INACIF, Chocón Teque murió por laceración cerebral y herida por proyectil de arma de fuego en el cráneo.
Era conocido en la pandilla con el alias “Sparking” y actualmente tenía una orden de captura por los delitos de asesinato, asociación ilícita y extorsión.
Por este caso, la madre de “Paquito” quedó ligada a proceso por parricidio y ahora, es la única procesada en el caso.
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