Joe Biden y Donald Trump han pedido calma y unidad después del intento de asesinato del candidato republicano este fin de semana, pero eso no ha impedido que los partidarios del magnate culpen a los demócratas e incluso al propio presidente.
“La premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario al que hay que detener a toda costa. Esa retórica condujo directamente al intento de asesinato del presidente Trump”, dijo el senador J.D. Vance, uno de los favoritos para convertirse en compañero de fórmula del expresidente.
Al igual que él, otros republicanos han responsabilizado a los demócratas, pese a que el FBI dice que todavía no ha descubierto la ideología del autor de los disparos.
Echan más leña al fuego en una atmósfera política que durante mucho tiempo ha sido tensa y polarizada.
“La retórica enardecida ha llegado de ambas partes” en los últimos años, declaró a la AFP Michael Bailey, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Georgetown.
Los republicanos, que defienden a ultranza el derecho a portar armas y se oponen a la supuesta extralimitación del gobierno, “han sido más propensos a unir esa retórica con imágenes relacionadas con las armas”, señaló Bailey.
“Y algunos de ellos (incluido Trump) no se cubrieron de gloria cuando tomaron a la ligera el ataque violento contra el marido de Nancy Pelosi”, la expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes en 2022 por parte de un adepto de la conspiración, afirmó.
Biden dio “las órdenes”
Steve Scalise, un republicano que recibió un disparo en un ataque contra congresistas conservadores por parte de un activista de izquierda en 2017, también culpó a la izquierda por el ataque a Trump.
“Los líderes demócratas han alimentado la ridícula histeria de que la reelección de Donald Trump sería el fin de la democracia en Estados Unidos”, dijo.
“Durante años, e incluso hoy, activistas de izquierda, donantes demócratas y ahora incluso Joe Biden han hecho comentarios y descripciones repugnantes sobre cómo dispararle a Donald Trump”, acusó el asesor de campaña de Trump, Chris LaCivita, en la red social X.
El congresista Mike Collins fue más allá y afirmó que “Joe Biden dio las órdenes”.
Estas acusaciones corren el riesgo de desviar “la atención de la muy bienvenida y generalizada condena del ataque”, estimó Jacob Ware, investigador del Council on Foreign Relations.
Biden llamó a la unidad. Es “el objetivo más difícil de alcanzar de todos, pero nada es más importante que eso en este momento”.
Trump y Biden han hablado después del tiroteo, mientras que el equipo de campaña del demócrata pausó temporalmente los anuncios de televisión.
“Las tensiones son altas en ambas partes y creo que debemos bajar el tono de la retórica”, dijo a la AFP Martin Kutzler, partidario de Trump de 60 años, en el centro de Milwaukee, donde se inaugurará el lunes la convención republicana.
Entre tanto, el presidente del Comité Nacional Republicano, Michael Whately, se negó a especular sobre el tiroteo en declaraciones a “Fox News Sunday”.
“En este momento, creo que todos en Estados Unidos deben parar. Necesitan hacer una pausa”, dijo.
Posibles radicales
Sin embargo, entre los congresistas las acusaciones siguen.
“No hay ninguna figura en la historia estadounidense, al menos en la era moderna, tal vez desde (Abraham) Lincoln, que haya sido tan vilipendiada y realmente perseguida por los medios y las élites de Hollywood”, opinó el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
“Cuando se transmite constantemente el mensaje de que la elección de Donald Trump sería una amenaza para la democracia y que la república terminaría, se enciende el ambiente. No podemos hacer eso”, insistió.
Bailey considera esencial despolitizar el tiroteo.
“En un ambiente con tantas armas (…) es posible que una retórica encendida incite a una persona desequilibrada” a actuar, advirtió.