Joe Biden retoma este viernes los mítines en el crucial estado de Michigan, después de una rueda de prensa que no disipó ni empeoró las dudas sobre su candidatura electoral.
El presidente estadounidense de 81 años pronunciará un discurso a las 22H00 GMT en Detroit, un estado industrial del norte del país que debe ganar obligatoriamente en las elecciones de noviembre si quiere derrotar al republicano Donald Trump.
Según su equipo de campaña, describirá “lo que Estados Unidos podría lograr en los primeros cien días de un segundo mandato de Biden”.
El demócrata aseguró el jueves que él era el “más cualificado” para ser presidente en una rueda de prensa que debía sellar su destino político, muy incierto desde el desastroso debate del 27 de junio contra el magnate republicano de 78 años.
Cada quien vio lo que quería ver durante aproximadamente la hora que duró y se confirmó que Biden es actualmente el político más escrutado del planeta.
Sus partidarios alabaron su gran conocimiento de los temas, sobre todo los internacionales, y su control de la situación.
“No, Joe Biden no tiene un doctorado en asuntos exteriores. Es simplemente muy bueno”, aplaudió el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, durante la rueda de prensa.
Sangría sin hemorragia
Pero también hubo quienes destacaron sus problemas de dicción y en particular dos lapsus monumentales.
Poco antes de comparecer ante los periodistas, el presidente llamó “presidente Putin” al jefe de Estado ucraniano Volodimir Zelenski. Se corrigió en cuanto se dio cuenta.
Y en la rueda de prensa dijo “vicepresidente Trump” en vez de vicepresidenta Kamala Harris, para regocijo de sus rivales.
“¡Buen trabajo, Joe!”, bromeó Trump.
El viernes, uno de los artífices de la victoria del líder demócrata en 2020, el congresista afroestadounidense James Clyburn, aseguró a la NBC que apoyaba “completamente” a Biden.
La pregunta ahora es si el presidente ganó suficiente tiempo para sobrevivir a la tormenta política y mediática, o si lo único que consiguió fue retrasar su retirada.
El goteo de congresistas que le han dado la espalda continúa, sin que por el momento se aprecie una hemorragia.
Solo una quincena de congresistas demócratas pidieron abiertamente al presidente estadounidense que retire su candidatura antes de la convención de nominación que se celebrará en Chicago (norte) en agosto.
El foco está puesto ahora en las principales figuras del partido, en particular en la exlíder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el expresidente Barack Obama.
Retraso
La primera insistió esta semana en que Joe Biden “tome una decisión”, una forma sutil de dar a entender que considera que la que ha tomado no es necesariamente la idónea.
El segundo ha hecho campaña con Biden y por el momento guarda silencio.
En las encuestas no ha habido un vuelco en la intención de voto en un país muy polarizado políticamente, pero se nota que los estadounidenses están preocupados por la edad de Biden y se interrogan por su capacidad para gobernar otros cuatro años desde el debate de junio.
Un sondeo difundido por la radio pública NPR da al demócrata un 50% de intención de voto a nivel nacional, contra 48% para Trump. Otros dan ventaja al republicano, pero siempre dentro del margen de error.
Lo más preocupante para el demócrata sigue siendo su retraso, según varias encuestas, en algunos estados decisivos como Michigan, por supuesto, pero también Nevada, en el oeste de Estados Unidos, adonde irá la próxima semana.
En un intento por convencer que está en forma, el octogenario presidente dará una entrevista el lunes a la NBC.
Su equipo promete “más entrevistas” coincidiendo con la convención republicana” que nombrará oficialmente candidato a Trump la próxima semana en Milwaukee, en el norte de Estados Unidos.