El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, pidió este domingo a los militares “abstenerse” de servir a políticos o criminales, con el fin de preservar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas.
Arévalo, quien libra una pugna contra la fiscal general, Consuelo Porras por considerarla “corrupta”, no aclaró si algún hecho particular motivó este llamado.
“Exijo y ordeno que todo el personal militar se abstenga de asociarse a personas o grupos cuyos intereses o comportamientos contravengan y obstaculicen el desarrollo del marco de valores profesionales y principios institucionales meritocráticos y democráticos”, dijo el mandatario socialdemócrata en un discurso durante un acto castrense.
Según el gobernante, un “análisis minucioso” de la situación “institucional” del Ejército permitió identificar “algunas debilidades críticas” que es necesario enfrentar.
“Entre esas debilidades se encuentran las prácticas que ponen a la institución militar al servicio de políticos de turno y de otros actores poco transparentes o incluso criminales”, señaló.
Arévalo no mencionó a políticos o criminales que hayan utilizado los militares para su propio beneficio.
No obstante, mencionó entre las malas prácticas decidir ascensos y “especialmente a los de general”, a partir “de compadrazgos o componendas políticas”.
“Por esta razón he sido enfático en la necesidad de corregir estas prácticas dentro de la institución”, sostuvo. “El ejército no es botín de nadie ya que le pertenece al pueblo de Guatemala”.
“La institución armada debe trabajar […] no solo en fortalecer sus capacidades, sino también en resolver las debilidades y vulnerabilidades que existan dentro de su seno”, agregó Arévalo en el acto en la Escuela Politécnica militar, al oeste de la capital guatemalteca.