La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) presentó este martes 26 de noviembre un nuevo caso de posible defraudación tributaria denominado “Eureka”, en el que se detectó un esquema del uso de entidades falsas para evitar el pago de las obligaciones fiscales.
Se trata de un proveedor del Estado del cual se evidenció una serie de comportamientos irregulares, incluyendo que no cuenta con la factor económico, la maquinaria y los trabajadores para prestar los servicios para los cuales supuestamente fue contratado por diferentes entidades.
En conferencia de prensa, el superintendente Marco Livio Díaz explicó que el lunes 25 de noviembre se presentó la denuncia penal con respecto a este contribuyente, que sería el representante de una constructora con sede en el departamento de Petén, por medio de la cual facturó cifras millonarias, pero no reportó el IVA total.
🔎 #CasoEureka El Superintendente Marco Livio Díaz Reyes, acompañado de su equipo de trabajo de primera línea, dan a conocer detalles de un posible caso de defraudación tributaria vinculado al Caso B410.
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— SAT Guatemala (@SATGT) November 26, 2024
¿Cómo detectaron esto?
El funcionario agregó que las anomalías se presentaron tras análisis llevados a cabo por las Unidades Inteligentes de Fiscalización de la institución, las cuales señaló que permiten hacer un trabajo rápido contra este flagelo de la defraudación tributaria.
En este punto es importante hacer mención, que de acuerdo con autoridades tributarias, este nuevo caso de posible defraudación fiscal se relaciona con el caso de defraudación denominado B410.
Según explicó Díaz, aunque inicialmente lo que llamó la atención fue la baja o casi nula tributación de parte del contribuyente, después atrajo la atención el hecho de que registraba compras a entidades vinculadas con la estructura B410, de la que anteriormente se presentaron los hallazgos por parte de la SAT y que ha sido denominado incluso como “el mayor caso de defraudación tributaria” en Guatemala.
Detalles de Eureka
El Superintendente resaltó que el contribuyente es un proveedor del Estado, una persona individual, que tiene una constructora que empezó operaciones en el año 2010 y otra en el año 2013. Aunado a ello, cuenta con establecimientos a su nombre que corresponden a transporte de carga, creado en el 2015, y otro de transporte en general, en el año 2020.
Explicó que este contribuyente tiene facturación por Q133.5 millones en el período 2021-2024, de acuerdo con el sistema de Guatecompras, por medio de servicios brindados a entidades públicas, mientras que no tiene mucha actividad de tema privado.
“Nos alertaron dos grandes situaciones. Primero, nuestro análisis de riesgo sobre su comportamiento tributario que está en rojo por estar muy baja la tributación, casi llegando a nula. Tiene un porcentaje de pago del 2.15% del IVA y el porcentaje de pago del 01.1% de ISR, con relación a sus ingresos”, señaló.
Asimismo, indicó que, al profundizar en el tema se pudo establecer que el contribuyente registró domicilios fiscales y comerciales que no pudieron ser localizados. También registra compras a proveedores del caso B-410, que tampoco fueron hallados por tener direcciones que no corresponden o con infraestructura no adecuada para las supuestas operaciones que realizan.
De igual forma, registra compras a otros proveedores y, por ejemplo, alquiler de maquinaria a entidades que tampoco tenían la sustancia económica ni capacidad para brindar tales servicios.