Esta semana entró en funcionamiento una de las prisiones más polémicas de la era Trump: Alligator Alcatraz, un centro penitenciario construido exclusivamente para migrantes con antecedentes delictivos graves. Entre los primeros once reclusos se encuentra un ciudadano guatemalteco condenado por homicidio, trasladado junto a personas procedentes de otras diez nacionalidades.
La prisión ha sido descrita por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) como un espacio destinado para individuos clasificados como de “alto perfil delictivo”, incluyendo asesinos, pedófilos y violadores. Sin embargo, la ubicación y las condiciones del penal han generado una fuerte ola de críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos, quienes la califican como un proyecto “cruel e inhumano”.

Primeros reclusos: delitos de alta gravedad
Según la información oficial, estos son los primeros once migrantes trasladados al penal:
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Alberto Godínez López (Guatemala) – Condenado por homicidio.
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Santo Villalba Reyes (Venezuela) – Condenado por homicidio.
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Johnny Dieudonne (Haití) – Condenado por secuestro y encarcelamiento ilegal.
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Jan Veslino (Filipinas) – Condenado por comunicación obscena con fines sexuales con una menor.
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Mauro Gomes-Barbosa (Brasil) – Condenado por homicidio.
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Paul Urquiza-Orosco (Perú) – Por producción y distribución de pornografía infantil.
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Noel Acosta Moya (Venezuela) – Por secuestro y agresión sexual contra un menor.
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Adolfo Santoscoy Rodríguez (México) – Por abuso infantil y violación forzada.
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Roberto Mosquera del Peral (Cuba) – Por robo, agresión, homicidio y ataque a un oficial.
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Maher Elbrahimizada (Irán) – Por incendio provocado y homicidio.
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Mauricio López Cardona (Colombia) – Por conspiración para importar cocaína, asesinato y apoyo a organización terrorista.
Una cárcel rodeada de pantanos y reptiles
“Alligator Alcatraz” se ubica en una zona pantanosa del estado de Florida, rodeada de ecosistemas habitados por lagartos y reptiles peligrosos, lo que ha generado preocupación adicional por la seguridad de los internos y por posibles violaciones a sus derechos fundamentales.
A pesar de ello, las autoridades federales defienden la instalación como una medida necesaria para reforzar la seguridad nacional. “Alligator Alcatraz, y otras instalaciones similares, nos permitirán encerrar a algunos de los peores criminales que entraron a nuestro país durante la administración anterior”, declaró la actual secretaria del DHS.