Las autoridades de Guatemala trasladaron a decenas de presos peligrosos a la cárcel “Renovación I”, conocida anteriormente como “El Infiernito” y que fue remozada para acabar con el control que las pandillas tenían en el centro de reclusión, aseguró este domingo el ministro de gobernación, Francisco Jiménez.
“Los privados de libertad que más daño le hacían a nuestro país ahora están bajo total control”, agregó Jiménez sobre los traslados hacía el Centro de Detención de Máxima Seguridad Renovación I, penal que se le conoció como “El Infiernito”.
El operativo de traslados hacia #Renovación1 contó con movilizaciones simultáneas desde distintas prisiones de todo el país.
Los privados de libertad que más daño le hacían a nuestro país ahora están bajo total control.#MinisterioDeGobernación
No hay mañana, #LaSeguridadEsHoy! pic.twitter.com/d3BofBLTM8— Francisco Jiménez (@FJimenezmingob) November 10, 2024
Aunque el ministro no precisó la cantidad de reos trasladados ni si todos eran líderes de pandillas, se conoce que cerca de un centenar de detenidos fueron llevados a la prisión, que tiene capacidad para 260 presos de alta peligrosidad.
Dejo estas imágenes históricas de una jornada extensa de trabajo intenso. Nos retiramos a descansar. En unas horas daremos más detalles.
Sr. Presidente @BArevalodeLeon, misión cumplida en #Renovación1 🫡#MinisterioDeGobernación
¡No hay mañana, #LaSeguridadEsHoy! pic.twitter.com/ug6YzpKY7K— Francisco Jiménez (@FJimenezmingob) November 10, 2024
La cárcel, ubicada en el municipio sureño de Escuintla, fue tomada en junio pasado por decenas de policías y militares, que encontraron en su interior armas, dinero, licores y animales salvajes como cocodrilos y zorros.
El martes pasado durante la inauguración del penal, el presidente Bernardo Arévalo declaró que a partir de ese momento comenzaba “una nueva época en el sistema penitenciario guatemalteco”.
“Era un cuartel general desde donde los delincuentes podían perpetuar su negocio, irónicamente mientras cumplían su condena”, afirmó Arévalo la semana pasada, al señalar que desde “El Infiernito” se cometían delitos como “la extorsión”, el “tráfico de drogas” y el sicariato.
Los 225 miembros de la pandilla Barrio 18 que estaban recluidos en el lugar fueron trasladados a otra prisión mientras se realizaba la reestructuración en la que fueron instalados sistemas de vigilancia y de control de metales.
Así lucen las instalaciones remozadas de la cárcel llamada ahora “Renovación I”, para privados de libertad que requieran ser albergados en “máxima seguridad” (fotos: MINGOB)
El control de las pandillas
Las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha se disputan el control de territorios en Guatemala para exigir el pago de extorsiones a los ciudadanos, quienes si se niegan a pagar son asesinados.
Precisamente de las prisiones salen la mayoría de llamadas telefónicas de extorsión, según reconocieron las autoridades.
En Guatemala hay 25 cárceles donde están recluidas más de 22.800 personas, según datos oficiales.