En los primeros días de junio, autoridades de la cartera de Gobernación en conjunto con Policía Nacional Civil han llevado a cabo operativos simultáneos en dos de las cárceles más emblemáticas del país, con un nivel sorprendente de hacinamiento, se trata de El Boquerón, ubicada en Cuilapa, Santa Rosa, y el Centro de Detención Preventiva para Hombres de la zona 18, en Ciudad de Guatemala.
Lo que llama la atención en ambos casos, es que las requisas desarrolladas se han realizado en sectores donde peligrosos pandilleros guardan prisión, evidenciando no solo la magnitud de los privilegios y objetos ilícitos que poseían los reclusos, sino también las diferencias en el control y la influencia de las pandillas dentro de estos centros penitenciarios, que a decir de analistas en seguridad, terminan siendo centros de operaciones para que los mismos puedan continuar operando a control remoto.
El Boquerón: Un Refugio de Comodidades para la Mara Salvatrucha
Este miércoles 4 de junio de 2025, un contingente de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Sistema Penitenciario (SP) realizaron una requisa en El Boquerón, donde se encuentran recluidos 296 integrantes de la Mara Salvatrucha. Durante el operativo, se decomisaron televisores, bocinas, ventiladores, lociones, congeladores, refrigeradoras, licuadoras, videojuegos de alta generación, microondas y bolsas con marihuana.
Además, en una requisa previa, se localizaron 59 teléfonos celulares, ocho routers, 12 tarjetas SIM, siete unidades USB y otros dispositivos tecnológicos que permiten a los privados de libertad estar interconectados con el mundo exterior. Estas incautaciones evidencian el nivel de sofisticación y control que la pandilla ejercía dentro del penal.
Un video difundido en redes sociales mostró las comodidades de un líder pandillero en su celda, que incluía aire acondicionado, refrigerador, televisor, baño privado y cocina equipada. Estas condiciones contrastan con la realidad que debería imperar en un centro de detención.
La cárcel de El Boquerón, en Santa Rosa fue requisada hoy luego que la #PNC a través de unidades especializadas ingresara en coordinación y apoyo al Sistema Penitenciario, en busca de objetos prohibidos e ilícitos, así como retiraran artículos y comodidades que tenían los presos pic.twitter.com/FWWqukrByA
— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) June 4, 2025
Preventivo de la Zona 18: Armas y comodidades
El pasado 3 de junio, las autoridades realizaron una requisa en el sector 11 del Preventivo de la zona 18, donde están recluidos miembros del Barrio 18. Durante el operativo, que enfrentó resistencia violenta por parte de los reclusos, se decomisaron dos pistolas (una de ellas robada), 29 televisores, 44 bocinas, tres teatros en casa, una refrigeradora, dos impresoras, seis reproductores de DVD, un aire acondicionado, dos consolas Xbox, una computadora, ocho ventiladores y otros objetos.
Además, se encontraron cuchillos, tijeras, puntales, trituradores para marihuana, encendedores, martillos y un celular. La magnitud de los objetos incautados refleja el nivel de influencia y control que la pandilla ejercía dentro del centro penitenciario.
Así fue la requisa en el Centro Preventivo de la zona 18. 🫡🇬🇹
Acciones de territorio, no de escritorio.@_SPGuatemala @PNCdeGuatemala pic.twitter.com/kkCbQuAhix
— Francisco Jiménez (@FJimenezmingob) June 4, 2025
Realidades Similares
Ambos operativos revelaron una realidad preocupante, ya que las pandillas han logrado establecer sistemas de control dentro de los centros penitenciarios, permitiendo el ingreso de objetos ilícitos y la creación de espacios de confort que no corresponden a un régimen carcelario.
En El Boquerón, la Mara Salvatrucha mantenía un nivel de sofisticación tecnológica y comodidades que incluían electrodomésticos y dispositivos de comunicación. Por su parte, en el Preventivo de la zona 18, el Barrio 18 contaba con un arsenal de armas y una variedad de objetos que reflejan un control absoluto del sector.
Reacciones y Medidas Futuras
El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, destacó la importancia de estos operativos y subrayó que no se tolerarán actos de corrupción dentro de los penales. Además, se implementaron medidas como excavaciones, remozamiento de áreas, instalación de divisiones entre sectores, esclusas de control y operativos en las rutas de ingreso a los centros penitenciarios.
Estas acciones buscan recuperar el control de los centros carcelarios y evitar que las pandillas continúen operando desde el interior de las cárceles, ya que muchos centros de operaciones de extorsiones y algunos crímenes son emanadas desde el interior de las prisiones.
Analistas en seguridad destacan que el problema debe solucionarse de fondo, ya que constantes requisas terminan evidenciando cada cierto tiempo la localización de ilícitos en cárceles del país. Agregan que esta situación muestra un entramado de corrupción que debería concluir en acciones penales para los responsables, mientras se corrigen los sistemas implementados en cada uno de ellos, así el como el tema de hacimiento en estos puntos.