Más países se han unido a la campaña para pedir una pausa cautelar a la controvertida industria de la minería submarina, cuyo inicio está a debate en las reuniones de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, en inglés), que tienen lugar esta semana en Jamaica.
Malta, Tuvalu, Honduras y Guatemala hicieron declaraciones en las que apoyaban explícitamente dicha pausa, según lo informó el miércoles la organización Environmental Justice Foundation (EJF).
En ese sentido ministra de Ambiente y Recursos Naturales, Patricia Orantes, agradeció a la Autoridad Marítima Nacional por sumar a Guatemala a la lista de países que abogan por pausar la minería submarina.
La funcionaria detalló en su mensaje publicado a través de la red social X, que “los océanos son de las últimas fronteras que la humanidad tiene con la naturaleza y por ello, proteger los mares y la vida que albergan es protegernos a todos.”
Gracias a la Autoridad Marítima Nacional que sumó a Guatemala a la lista de países que abogan por pausar la minería submarina hasta que existan regulaciones internacionales adecuadas.
Los océanos son de las últimas fronteras que la humanidad tiene con la naturaleza y por… pic.twitter.com/j3DWiVPuLb— Patty Orantes (@pattyo502) August 1, 2024
Los compromisos exactos varían, pero todos se basan en el principio de precaución. Guatemala pidió que no se iniciara la explotación minera hasta que se acordara una normativa al respecto, mientras que Tuvalu solicitó que no se comenzara hasta que se demostrara que no hay riesgo de dañar el océano.
¿Qué es minería submarina?
De acuerdo a la organización ambientalista internacional Greenpeace, la minería en aguas profundas o submarina es una industria extractiva comercial emergente que las corporaciones, startups y sus aliados gubernamentales están intentando lanzar con el objetivo de arrasar los fondos marinos para obtener minerales y metales.
Agregan que un área de interés para esta industria es la Zona Clarión-Clipperton, ubicada entre México y Hawai, donde pretenden usar máquinas gigantes en el fondo del océano para obtener nódulos polimetálicos, los cuales son depósitos minerales que contienen metales como manganeso, níquel, cobalto y cobre, todos de alto valor económico.
En ese sentido resaltan los riesgos que la minería submarina representan para la biodiversidad marina, el funcionamiento de los ecosistemas y el papel del océano como almacén de carbono son altos, por lo que no es posible una mitigación sólida de ellos.
Finalmente enfatizan en que la minería submarina no es aceptable bajo ninguna circunstancia o condición, detallando que no hay lugar en un futuro sostenible para la minería submarina.