En el marco del Día de la Santa Cruz, una de las celebraciones más coloridas y simbólicas de Guatemala, el ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, Miguel Ángel Díaz, rindió homenaje a los albañiles, figuras clave en el desarrollo del país.
La actividad se realizó durante una visita a las obras de construcción de la Escuela de Educación Especial en la zona 1 de la Ciudad de Guatemala, donde el funcionario interrumpió su agenda para sentarse a compartir alimentos, anécdotas y un momento de esparcimiento con los trabajadores que él mismo llamó “constructores de sueños”.
“Su trabajo no solo edifica estructuras, también levanta esperanza y futuro para Guatemala”, expresó el ministro, rodeado de obreros conocidos por sus apodos: “el Sexi”, “Meme”, “Guayo”, “El Colocho”, “El Primazo”, “El Tío” y “El Pollo”.
Tradición que une comida, cruz y comunidad
El encuentro incluyó una comida típica con tortilla, chicharrón, guacamol y rábano picado, platillos representativos de esta fecha especial. Además, como dicta la costumbre, una cruz simbólica se erigió en el lugar de la construcción, en busca de protección y bendición para quienes arriesgan sus vidas cada día entre andamios y mezcla.
En Guatemala, el Día de la Cruz también es conocido como el Día del Albañil, debido a una tradición ancestral en la que los trabajadores colocan cruces en sus construcciones para pedir resguardo ante accidentes, especialmente al inicio de la temporada lluviosa.

Tras el almuerzo, las risas se trasladaron a una cancha improvisada donde el ministro Díaz participó en una “chamusca”.
Un día de historia, fe y orgullo obrero
El Día de la Santa Cruz, que se celebra cada 3 de mayo, tiene orígenes que se remontan al siglo IV con la leyenda de Constantino y su visión de la cruz antes de una gran batalla. En Guatemala, la fecha ha sido adoptada con un sincretismo especial: cruces adornadas, caldo de gallina, aguardiente y altares son parte del ambiente festivo en zonas como Mixco, Totonicapán y Baja Verapaz.