El objetivo era poner freno a la migración por la inhóspita selva del Darién, en la frontera con Colombia. Esa jungla se ha convertido en un corredor para los migrantes que desde Suramérica tratan de llegar a Estados Unidos.

Según Mulino, la ampliación del acuerdo permitirá ahora que los migrantes que son deportados por Estados Unidos lleguen a Panamá y desde una pequeña pista ubicada en la localidad de Metetí (este) sean distribuidos a sus países.
“Creo que eso va a ser, usar a Panamá y de aquí transferir. A nosotros nos conviene mucho eso, sinceramente”, indicó Mulino.
Según el mandatario, Estados Unidos podría correr con los gastos necesarios para adecuar las instalaciones desde las cuales se despacharía a los migrantes.
“Podemos hacer eso sin ningún problema bajo total costo de los Estados Unidos. Panamá no va a invertir un dólar en eso”, señaló el gobernante.
En 2024, unos 300.000 migrantes pasaron por la selva del Darién rumbo a Estados Unidos, una cifra bastante inferior al medio millón de personas que hicieron ese recorrido en 2023.
En lo que va del año, poco más de 2.000 personas han cruzado el Darién, un 94% menos que el mismo período de 2023, cuando más de 34.000 personas atravesaron la jungla donde operan bandas del crimen organizado.
La mayoría de migrantes son venezolanos, aunque también destacan colombianos, ecuatorianos, chinos y haitianos. Mulino destacó además la presencia de personas provenientes de Irán, Pakistán y Bangladesh.
