El agua del famoso y reconocido río Sena en la capital de Francia no era apta para el baño por sus elevados niveles de contaminación, de acuerdo a resultados emitidos en los últimos análisis realizados el pasado día 16 de junio, a poco más de un mes de que inicie la competición olímpica, indicaron este viernes los organizadores, quienes se mostraron optimistas sobre el desarrollo de las pruebas de natación en el río.
“Los análisis de las aguas del Sena no corresponden a los estándares que tendremos este verano”, aseguró el delegado del Gobierno, Marc Guillaume, en una comparecencia de prensa.
En presencia del presidente del Comité Organizador, Tony Estanguet, Guillaume expresó su confianza en que los niveles de contaminación disminuyan a finales de julio o principios de agosto, cuando están previstas las pruebas en el Sena.
Millonaria inversión
Según el informe semanal publicado por la alcaldía de París y la prefectura regional, las malas condiciones meteorológicas de los últimos días explican el alza de las concentraciones de dos bacterias fecales (enterococos y Escherichia coli) en el río.
“La calidad del agua sigue deteriorándose como consecuencia de las desfavorables condiciones hidrológicas y meteorológicas: lluvia, gran caudal, pocas horas de sol, temperaturas por debajo de las normales”, explicaron las autoridades locales.
Guillaume, mantiene su postura e indica que siguen inaugurando centrales de depuración de agua y captación de residuos, y que todos los barcos del Sena están ya conectados a la red de alcantarillado de la ciudad y no vierten sus aguas residuales al cauce.
Las autoridades francesas han invertido 1.400 millones de euros desde 2016 en un ambicioso plan para permitir el baño en las aguas del Sena, que desde hace casi un siglo están vetadas. Se trata de uno de los proyectos emblemáticos de estos juegos, y se esperaba dejar un río limpio como legado.