Israel afirmó el jueves que seguirá combatiendo a Hezbolá en Líbano “hasta la victoria”, y rechazó así un llamamiento conjunto de un alto el fuego de 21 días de Estados Unidos, Francia y otros aliados.
Por cuarto día consecutivo, el ejército israelí lanzó una andanada de bombardeos contra bastiones del movimiento islamista en Líbano, mientras que el grupo apoyado por Irán volvió a disparar proyectiles contra complejos militares israelíes.
Al menos 20 personas, casi todas de nacionalidad siria, murieron en un ataque israelí efectuado de madrugada en la localidad de Yunin, un feudo de Hezbolá en el este de Líbano, informaron las autoridades de salud libanesas.
“Es indescriptible, fue una de las peores noches de nuestras vidas. Como si solo hubiera un segundo entre la vida y la muerte”, dijo a la AFP Fadia Rafic Yaghi, una habitante de la zona de 70 años.
“Hay objetos volando sobre tu cabeza y no sabes si te van a caer encima o no”, añadió la mujer, según la cual “hay aún personas bajos los escombros”.
El ejército israelí indicó que su aviación atacó 75 objetivos del grupo proiraní en el sur y el este de Líbano durante la noche.
Afirmó además que 45 proyectiles fueron disparados desde Líbano, algunos de los cuales fueron interceptados y otros cayeron en zonas deshabitadas.
Los bombardeos israelíes han matado desde el lunes a más de 600 personas, incluyendo numerosos civiles, y forzado a 90.000 a abandonar sus hogares en Líbano, según la ONU.
Israel y Hezbolá llevan meses intercambiado fuego, pero los duelos de artillería se intensificaron tras las mortíferas detonaciones de los dispositivos de transmisión de miembros del movimiento libanés, atribuidas a Israel, el 17 y 18 de septiembre, y un bombardeo israelí el 20 de septiembre en un suburbio del sur de Beirut, que decapitó a la unidad de élite Radwan del grupo proiraní.
“Dar una oportunidad a la diplomacia”
Ante esta escalada que amenaza con arrastrar a toda la región a la guerra, Estados Unidos, Francia y otros aliados, incluidos países árabes, lanzaron un llamamiento conjunto para un alto el fuego de 21 días, a fin de “dar una oportunidad a la diplomacia”, indicó un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
Pero unas horas después, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desestimó enérgicamente el llamado y ordenó a sus tropas que sigan combatiendo a Hezbolá “con toda la fuerza necesaria”.
“Seguiremos combatiendo a la organización terrorista Hezbolá con toda la fuerza hasta la victoria y hasta el retorno seguro a sus casas de los habitantes del norte”, añadió su canciller, Israel Katz, en la red social X.
En guerra con el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023, Israel anunció a mediados de septiembre que el “centro de gravedad” de la guerra se está desplazando hacia el norte, en la frontera con Líbano.
Israel afirma que su meta es asegurar el regreso a sus hogares de decenas de miles de habitantes del norte, desplazados por las hostilidades con Hezbolá, iniciadas desde el estallido de la guerra en Gaza hace casi un año.
Miles huyendo a Siria
El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, pidió el miércoles a sus soldados que se prepararan para una “posible” ofensiva terrestre en Líbano.
“Estamos atacando todo el día. Tanto para preparar el terreno ante una posible entrada, como para seguir atacando a Hezbolá”, declaró Halevi.
El presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo país es el principal aliado de Israel, insistió en la ONU en que “una guerra generalizada no beneficia a nadie”. El Pentágono estimó, sin embargo, que una operación terrestre israelí en Líbano no parece “inminente”.
El ejército israelí afirmó el jueves que golpeó infraestructuras vinculadas a Hezbolá en la frontera con Siria, país al que, según fuentes sirias de seguridad, más de 22.000 personas han huido huyendo de bombardeos israelíes en Líbano.
“Todos debemos alarmarnos por la escalada”, advirtió el miércoles el secretario general de la ONU, António Guterres, en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad.
Hezbolá, aliado de Hamás, promete seguir combatiendo a Israel “hasta el fin de la agresión en Gaza”. Irán aseguró que apoyaría a Líbano “por todos los medios” en caso de escalada.
Este conflicto estalló con el ataque de Hamás el 7 de octubre, que dejó 1.205 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluye a los rehenes que murieron o fueron asesinados en cautiverio en Gaza.
De las 251 personas secuestradas, 97 siguen en Gaza, 33 de las cuales han sido declaradas muertas por el ejército.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado hasta el momento 41.495 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.