La policía catalana intentaba este jueves dar con el paradero del líder independentista Carles Puigdemont, quien reapareció brevemente ante sus seguidores en Barcelona tras casi siete años huido de España antes de volverse a esfumar, burlando el amplio dispositivo de seguridad desplegado para detenerlo.
Fuera de España desde 2017 para evadir a la justicia tras la fallida secesión de Cataluña en octubre de ese año, el expresidente catalán dio un corto discurso ante miles de simpatizantes, tras el cual volvió a desaparecer.
Ante este fiasco, la policía catalana, los Mossos d’Esquadra, estableció puestos de control para evitar que Puigdemont salga de Barcelona o de la región de Cataluña.
Un agente de los Mossos fue detenido por presuntamente colaborar en la huida, por ser el dueño del vehículo en el que escapó Puigdemont tras dar su discurso en el escenario dispuesto cerca del Parlamento catalán.
El dispositivo “se había diseñado” para que “la detención se hiciera de forma proporcional y en el momento más oportuno para no generar desórdenes públicos”, alegaron los Mossos en un comunicado, donde dijeron que dos personas fueron detenidas por incidentes entre manifestantes y la policía.
“No sé cuánto tiempo va a pasar hasta que volvamos a vernos, amigos y amigas, pero pase lo que pase cuando nos volvamos a ver espero que podamos volver a gritar juntos bien fuerte (…) ¡Viva Cataluña libre!”, lanzó Puigdemont ante sus simpatizantes, quienes corearon “¡presidente, presidente!”.
La imagen del día.
Carles Puigdemont @KRLS
Brutal la secuencia. pic.twitter.com/ncsuMea100— Donostia Bai 🌹 (@Erramun2014) August 8, 2024
“Emocionado” al verlo
La breve aparición de la figura clave del separatismo provocó emoción y algunas lágrimas entre los 3.500 seguidores, según la alcaldía de Barcelona, que lo recibieron agitando banderas independentistas.
“Me ha gustado mucho su tono, nada exaltado, y me ha emocionado verlo”, confío Albert, un manifestante barcelonés en la cincuentena que no quiso dar más detalles.
Se pensaba que Puigdemont intentaría entrar al Parlamento catalán para participar en la sesión de investidura del nuevo presidente de la región.
Pero la plenaria comenzó en la mañana sin que el independentista entrara en el hemiciclo junto a sus compañeros de partido, Juntos por Cataluña (JxCAT).
La sesión fue interrumpida en la tarde para estudiar un pedido de JxCAT de continuarla otro día.
“Buscan al presidente Puigdemont de la misma manera que la Policía Nacional y la Guardia Civil, a las puertas del 1 de octubre [de 2017], buscaban las urnas y las papeletas”, ironizó durante el debate el líder de JxCAT en el Parlamento, Albert Batet, en referencia al ilegal referéndum de autodeterminación celebrado en esa fecha.
“Una humillación insoportable. Otra más. Es doloroso asistir en directo a este delirio del que [el presidente del Gobierno] Pedro Sánchez es el máximo responsable. Es imperdonable dañar la imagen de España así”, reaccionó en X Alberto Núñez Feijóo, líder del conservador Partido Popular, el principal de oposición a nivel nacional.
Sin amnistía
Puigdemont, quien se refugió en Bélgica los últimos años, antes de hacer campaña desde el sur de Francia para las elecciones catalanas de mayo, sigue estando bajo orden de arresto, toda vez que el Tribunal Supremo determinó en julio que no puede beneficiarse de la ley de amnistía en el delito de malversación.
Esa ley, muy criticada por la oposición, fue impulsada por el socialista Pedro Sánchez a cambio del necesario apoyo de JxCAT para poder ser reelegido en noviembre pasado.
En el video en el que anunció su vuelta, el líder independentista dijo que con su regreso buscaba “contestar” el “desafío” de ciertos jueces del Supremo, que con una “actitud de rebelión” no han aplicado la amnistía.
Una humillación insoportable. Otra más.
Es doloroso asistir en directo a este delirio del que @sanchezcastejon es el máximo responsable.
Es imperdonable dañar la imagen de España así.
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) August 8, 2024
Después de meses de bloqueo e intensas negociaciones desde las elecciones de mayo en las que los socialistas llegaron primeros, por delante del partido de Puigdemont pero sin mayoría absoluta, el socialista Salvador Illa logró hacerse con los apoyos necesarios para convertirse en presidente de la rica región del noreste de España.
Su elección pondrá fin a la cuenta atrás que terminaba el 26 de agosto, fecha límite para evitar una repetición electoral si para entonces no hay un nuevo jefe del ejecutivo regional.
De ser confirmado, Illa, ministro de Salud español durante la pandemia del covid y cercano a Pedro Sánchez, será el primer presidente catalán desde 2010 que no proviene de un partido nacionalista o independentista.