Casi tres cuartas partes de los sitios catalogados como patrimonio cultural y natural del mundo, entre ellos Chan Chan en Perú, están amenazados por la sequía o las inundaciones, indicó este martes la Unesco.
Como resultado del aumento de las temperaturas, los fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, sequías, inundaciones y olas de calor se han vuelto más frecuentes e intensos, advierten los científicos.
El 73% de los 1.172 sitios no marinos de la Lista del Patrimonio de la Unesco están expuestos al menos a un riesgo severo relacionado con el agua: estrés hídrico, sequías, inundaciones fluviales o costeras, según la Unesco.
En Perú, la ciudad precolombina de Chan Chan y sus delicadas y milenarias paredes de adobe enfrentan un riesgo extremadamente alto de inundaciones por El Niño, puso como ejemplo en un informe elaborado junto al Instituto de Recursos Mundiales (WRI).
En China, el aumento del nivel del mar causado en gran parte por el cambio climático está llevando a inundaciones costeras, lo que destruye los humedales donde las aves acuáticas migratorias encuentran alimento, agrega.

Los riesgos son mundiales
“Lugares que van desde el Parque Nacional del Serengueti, rico en biodiversidad, en Tanzania, hasta tesoros culturales como la ciudad sagrada de Chichén Itzá en México (…) enfrentan crecientes riesgos hídricos que no solo ponen en peligro los sitios, sino también a los millones de personas que dependen de ellos”, subraya el informe.
El estrés hídrico podría intensificarse en regiones como Oriente Medio y norte de África, parte del sur de Asia y el norte de China, con riesgos para los ecosistemas, el patrimonio, la población y su economía, precisa el informe.
La amenaza más común sobre los sitios culturales es la escasez de agua, por delante de las inundaciones, según el estudio.

En India, la falta de agua provoca “contaminación y agotamiento de las aguas subterráneas, que están dañando el mausoleo” del Taj Mahal en Agra, apuntan la organización de la ONU para el Patrimonio y el WRI.
En Estados Unidos, “en 2022, inundaciones masivas cerraron todo el Parque Nacional de Yellowstone y costaron más de 20 millones de dólares en reparaciones de infraestructura para su reapertura”, agregan.
Otros de los ejemplos citados son el “estrés hídrico” que sufren los pantanos del sur de Irak –el supuesto hogar bíblico del Jardín del Edén– y las sequías recurrentes en las Cataratas Victoria, entre Zambia y Zimbabue.