El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció una reestructuración significativa en la cúpula militar, ordenando una reducción del 20% en el número de generales y almirantes de cuatro estrellas en activo. Esta medida, que forma parte de una iniciativa más amplia para optimizar la eficiencia del Departamento de Defensa, también contempla una disminución del 10% en el total de generales y oficiales de alto rango en las fuerzas armadas.
Eficiencia y Preparación Estratégica
Según el memorando difundido por el Pentágono, la reducción busca “optimizar y racionalizar el liderazgo mediante la eliminación de puestos excedentes de generales y oficiales de alto rango”. Hegseth enfatizó que la medida no pretende castigar a los oficiales superiores, sino maximizar la preparación estratégica y la eficacia operativa de las fuerzas armadas.
En una publicación en la red social X, Hegseth compartió un video titulado “Menos Generales, Más Soldados”, argumentando que, aunque el tamaño total de las fuerzas armadas era mucho mayor durante la Segunda Guerra Mundial, había menos oficiales de alto rango en comparación con la actualidad.
Implementación en Dos Fases
La reestructuración se llevará a cabo en dos fases. La primera se enfocará en la reducción inmediata de oficiales de cuatro estrellas y generales de la Guardia Nacional. La segunda fase implicará una revisión más amplia del Plan de Comando Unificado, un documento clasificado que establece la distribución global de las fuerzas militares, con posibles ajustes estructurales adicionales.
Además, el Ejército planea eliminar 40 posiciones lideradas por generales como parte de esta iniciativa.
Contexto Político y Críticas
Desde su toma de posesión a finales de enero, la administración del presidente Donald Trump ha implementado cambios significativos en la estructura del Departamento de Defensa. En febrero, Trump destituyó al jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Charles Brown, así como a otros altos mandos, incluyendo a la almirante Lisa Franchetti y a la almirante Linda Fagan.
Estas acciones han generado preocupaciones sobre una posible politización de las fuerzas armadas. Legisladores demócratas han expresado su inquietud por la falta de consultas al Congreso y el impacto potencial en la eficacia militar.
Reestructuración Ampliada y Recortes Presupuestarios
La reducción de altos mandos forma parte de un esfuerzo más amplio para reorganizar y reducir el gasto del Departamento de Defensa. Hegseth ha instruido a los servicios militares a identificar 50.000 millones de dólares en programas que podrían ser recortados para financiar las prioridades de la administración Trump, incluyendo la construcción de un sistema de defensa aérea nacional y la eliminación de programas relacionados con el cambio climático y la diversidad.
Además, el Pentágono busca eliminar hasta 60.000 empleos civiles como parte de un esfuerzo liderado por el Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE), encabezado por el multimillonario Elon Musk. Estos recortes se lograrán mediante renuncias voluntarias, despidos de trabajadores en período de prueba y la eliminación de puestos vacantes.
Implicaciones para el Futuro Militar
La reestructuración del liderazgo militar y los recortes presupuestarios reflejan un cambio estratégico hacia una fuerza más ágil y centrada en la preparación para conflictos futuros. Hegseth ha delineado planes para modernizar el Ejército, incluyendo la integración de drones, la mejora de capacidades de ataque de largo alcance y la consolidación de comandos para reducir la burocracia.
Sin embargo, estas reformas también plantean preguntas sobre el equilibrio entre eficiencia y eficacia, y el impacto en la moral y cohesión dentro de las fuerzas armadas.
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